Una pareja en el amanecer. — unsplash.com

Opciones que ofrece la variedad de formas de amor

By Gabriela on 4 noviembre, 201317 febrero, 2022

Si las relaciones, tal y como dictaron las convenciones sociales occidentales, solo pueden estar formadas por un hombre y por una mujer, entonces la lista sería muy corta y, la verdad, qué aburrido.

El mundo sería muy simple y no tendríamos ninguna razón para cuchichear de nuestros vecinos, algo que nos gusta muchísimo.

Primera cuestión: si quisiéramos, con toda nuestra voluntad, suprimir nuestros deseos, ¿sería posible un mundo así? No, nunca, por la sencilla razón de que no podríamos dividir nuestra población en pares contrarios y tener un número exacto… claro que no todos somos heterosexuales, eso sí.

¿Cuál es la solución? ¿Millones de hombres o mujeres solteras vagando por el mundo sin amor ni reconocimiento social?, ¿se acuerdan lo que era quedarse sólo en la escuela cuando la maestra dividía por parejas? Triste y desolador. ¿Cuál es la perspectiva? ¿Millones de hombres y mujeres obligados a llevar una vida para cumplir una estadística?

La respuesta la podemos encontrar en la misma maestra que nos dividió por parejas. ¿Cuáles eran? Ustedes tres pueden ir juntos, Marta se puede poner con Laura y Carlos que se vaya con Luis. Y todos tan felices en la pausa.

Para todos los gustos

Tríos, matrimonios entre personas del mismo sexo, poliamor, relaciones abiertas, swingers, soltería voluntaria, matrimonio tradicional… ¡muchas, muchísimas opciones! Son múltiples las opciones que tenemos los seres humanos para disfrutar de nuestra sexualidad, nuestras relaciones y ser felices. ¿Y qué es lo más interesante de todo? Que nosotros mismos no sabemos cuál de todas sería más satisfactoria, quizá en un momento determinado o indefinidamente.

Tal vez, si abrimos un poco la mente, como quien lee un libro, podamos encontrar opciones más allá de nuestras perspectivas.

¿Quiere decir eso que no habrá problemas? No, claro que los habrá. No es fácil llevar una relación de tres, o vivir con una pareja en la que cada uno puede tener sus aventuras. Pero que alguien se atreva a decirme que en una relación monógama heterosexual no hay problemas…

De hecho, según varios expertos, las relaciones de a tres son relaciones más estables y cómodas porque ¡están obligados a hablar y a ser sinceros!

Hay que negociar la relación y abrirse a la otra persona, algo que, por supuesto, también deben hacer los monógamos. Y no son infieles porque mientras no hay engaño, no hay infidelidad; y se rigen por un concepto que me pareció fascinante: la ‘compersión’, o sea, ser feliz con la felicidad del otro y disfrutar con el placer del otro. Por favor, ¡eso es pura poesía!

Creo que uno de nuestros grandes problemas para no estar más abiertos a este tipo de relación, tanto para respetarlas como para pensarlas para nosotros mismos, es la falta de lenguaje al respecto. Porque si estás en una relación de dos, la otra persona es tu pareja, pero ¿y en un trío? Ser un miembro de la relación suena bastante frío.

Relaciones sin definición

Y ¿cómo le llaman a no ser una pareja estable, pero gustarse y llevar una relación abierta? Si saben, díganme. Porque ¿qué pasa cuando nos toca a nosotros? ¿Qué hay si un día nos encontramos pasando más tiempo con dos amigos y querríamos mucho más? ¿O me gustan dos personas a la vez? ¿Qué hay si tenemos que vivir separados un tiempo? ¿Qué pasa si simplemente quiero tener otras experiencias sexuales sin dejar a mi pareja?

El deseo y las necesidades van más allá de nosotros y todos, sin duda, hemos vivido situaciones en las que el poliamor o una relación abierta no sonaban tan mal.

Desde esta perspectiva y viendo todas las combinaciones para equilibrar esta desigual población que tenemos, limitarnos a dos parece un absoluto desperdicio de talento y capacidad porque nuestro corazón, nuestro cuerpo y nuestro entendimiento pueden dar mucho más de lo que les pedimos.

Así que, si algún lector es de los afortunados en vivir una relación abierta con la persona que ama, convivir con sus dos mejores amigos o haber encontrado a esa media naranja con la que quiere vivir toda su vida y no necesita nada más. Enhorabuena, encontró la opción más adecuada para sí.