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¿Qué tanto sabes sobre el flujo vaginal?

By Stephanie Haase on 11 abril, 201617 febrero, 2022

Tu flujo vaginal puede decirte mucho sobre tu salud, e incluso ayudarte cuando intentas embarazarte.

¿Qué es el flujo o descarga vaginal?
Es el fluido que sale de la vagina de la mujer. Suele ser transparente o blanquecino. Su consistencia puede variar entre espeso y casi pastoso o incluso ser similar a la clara del huevo.

Secretar este fluido es totalmente normal. Casi toda mujer lo tiene al menos de vez en cuando. Algunas mujeres lo tiene siempre, e incluso algunas jamás lo tienen. Y todo está bien.
¿Para qué sirve?
¿Alguna vez has escuchado decir que la vagina se limpia sola? Pues es cierto y para conseguirlo existe el flujo vaginal. Su función principal es mantener limpia la vagina.

Arrastra células muertas y bacterias, y previene infecciones. No suena muy sexy, pero es genial, ¿no crees? Por eso es tan importante ser cuidadosa con tus genitales.

Los jabones fuertes o las duchas vaginales pueden alterar su balance natural y causar molestias.
¿Y varía durante tu período?
Durante tu ciclo menstrual, el flujo vaginal varía considerablemente. La mayoría del tiempo es pegajoso, lechoso y blanquecino. Cuando la mujer ovula y es más fértil, se vuelve más transparente y más como gel.

También es normal tener mayor flujo cuando ovulas, estás amamantando o cuando estás muy excitada. La mujer que atraviesa la menopausia normalmente tiene menor flujo.

Puede cambiar el tipo y razón del flujo vaginal como: estrés, embarazo, medicamentos, entre otras cosas.

En cuanto al olor, usualmente es neutro, a menos que estés embarazada o no practiques la buena higiene personal.
¿Cuándo deberías consultar a tu médic@?
Como el flujo vaginal es totalmente normal y saludable, en general no hace falta hablarlo con tu médico. Lo que para una mujer es normal, puede parecer muy raro en otra.

Sin embargo, si ves algún cambio drástico de olor, color o cantidad, sobre todo si hay comezón, dolor o irritación, podría ser un síntoma de infección. En ese caso deberías consultar a un médico para que te revise.

El tratamiento que recibirás depende de la causa del problema. Por ejemplo, la candidiasis se trata generalmente con medicamento insertado en la vagina en forma de crema o gel.

La vaginosis bacteriana se trata con antibióticos en pastillas o cremas. También hay antibióticos que se pueden tomar de diferentes formas.

Es importante consultar a un médico o ir a una clínica de salud si tienes alguno de los síntomas de flujo vaginal anormal.
¿Qué pude afectar al flujo vaginal?
Las ITS pueden afectar el color u olor de tu flujo. También puede cambiar si estás tomando antibióticos o usas un nuevo método de control natal.

Si tienes un higiene genital excesivo (o muy escaso) podrías tener problemas. Algunas enfermedades como cáncer cérvico uterino o diabetes también lo pueden alterar. Y muchas cosas más.

Es muy importante observar si hay cambios en el flujo. Piensa en el flujo vaginal como un espejo de tu salud sexual. Tal vez siga sin parecerte sexy, pero de hecho ¡es genial!