Andar desnudos

By Anna Karina Rosales on 4 octubre, 201217 febrero, 2022

¿Playas nudistas en Latinoamérica? No son muchas, pero sí existen. Y es que el pudor de los latinoamericanos frente a temas relacionados a la desnudez tiene componentes culturales y religiosos muy marcados, por eso hay contradicciones.

Un día de verano muy caluroso en cualquier playa latinoamericana puede albergar los bikinis y tangas más pequeños del mundo. Sin embargo, estos no pueden mostrar ‘esas partes’ que pudieran significar la revelación de la desnudez.

Andar desnudo es, en muchos casos, prohibido por ley. Y si la religión ejerce mucha influencia en la sociedad, la sola idea de vestir prendas muy escasas, impulsa las condenas y las críticas morales, de ahí que no sea muy difundida la costumbre.

Nudismos y nudismos

Entendido como naturista, el nudismo es un modo de vida en armonía con la naturaleza, que se caracteriza por la práctica del desnudo en comunidad, con la intención de fomentar el respeto por sí mismo, respeto por los otros y por el medio ambiente.

Tras su apogeo en los años 60, ¿qué pasó con esta corriente? ¿En qué otros tipos de nudismo derivó? Según la socióloga Paloma Bahamonde, del departamento de estudios socio-humanísticos de la Universidad autónoma de Bucaramanga, sepueden distinguir tres vertientes generales en el nudismo:

El nudismo esencial, que es la práctica de una relación con el medio ambiente, tan directa y simbiótica, que requiere ese retorno a la desnudez. Hay una segunda forma de nudismo, que es más hedonista, que implica la desnudez con una posibilidad de disfrute sexual convenido entre quienes lo practican. Y hay una tercera práctica del nudismo que, además de hedonista, podríamos llamar ‘hedonismo ostentoso’ porque hay una ostentación.

Bahamonde indica que incluso existen lugares especiales, generalmente playas escogidas, (en Latinoamérica muy pocas, las más conocidas están en Argentina y Chile) donde las personas van a exhibir las cirugías que se han hecho, los implantes de senos o las nuevas formas obtenidas bajo un régimen de dieta o fisicoculturista. “Si hacemos una comparación entre la primera forma de nudismo, que tiene una filosofía muy particular, a esta última que mencionamos, observamos una gran diferencia”, dice.

Desde la época romana hasta la hippie

Pero, ¿quiénes fueron los primeros en practicar el nudismo? Según comenta Bahamonde, se han encontrado referencias de nudismo en las civilizaciones sumerias, babilónicas y romanas. Sin embargo, con el advenimiento del cristianismo, la mirada frente a la desnudez cambió mucho y por muchos siglos se creó un manto de miedo y de pudor frente al cuerpo desnudo por aquello de la concepción del pecado original.

“Recordemos sino la fábula sobre Adán y Eva que van desnudos en el paraíso y que entonces comen de la fruta prohibida, que es el árbol del conocimiento. A partir de entonces sienten vergüenza. Todos lo que hemos tenido un contacto profundo con la religión judeocristiana sabemos eso”.

Bahamonde señala que recién a partir de los años 60 el nudismo realmente adquiere una connotación política, cuando se da el movimiento de la contracultura, encabezado por el hipismo.

“Una de las cosas que hacen los hippies como modo de rechazo a la sociedad industrializada, capitalista y de consumo es recurrir a la desnudez como una manera de protestar y como una manera de ruptura con todo este esquema industrial consumista capitalista”, dice.

Latinoamericanos pudorosos

En América Latina los procesos contraculturales que se vivieron en los años 60 no fueron tan fuertes como en Europa y esa podría ser una de las razones por las que la práctica del nudismo no se expandió en toda la región, indica Bahamonde.

Otra razón es la herencia cultural y religiosa heredada de los españoles. “De ahí que en América Latina tengamos todavía una profunda ambigüedad, no solamente con la desnudez sino con la sexualidad. De ahí que haga falta romper con procesos educativos, cargados muchas veces con esquemas de doble moral”.

Tampoco se trata de exhortar a todo el mundo a que practique el nudismo, dice Bahamonde, sólo que “sería interesante que estas prácticas de ecologismo y de ciudadanía, que son al final de cuentas, muy democráticas, fueran conocidas y vistas desde un mayor grupo poblacional o un mayor nivel de personas, como lo que son, prácticas donde se asume la desnudez tranquilamente”.

Depende cómo lo mires

El nudismo no necesariamente tiene un sentido sexual, insiste Bahamonde, no para el naturalista en todo caso. Su verdadero valor es que se trata de una práctica de aceptación así mismo y al otro sumamente democrática.

“Estar yo frente del otro totalmente desnudo y, con suma seguridad, aceptarme como soy, – con mis arrugas, con mis verrugas, con mis gorditos- y aceptar al otro también – con sus arrugas, sus verrugas y sus gorditos-, sin angustias, sin miedos y sin ningún tipo de sensación que genere ansiedad; para alcanzar ese nivel de tranquilidad con uno mismo, con el otro y con la naturaleza, se requiere de mucha cultura ciudadana, mucha civilización, mucha madurez y mucha tranquilidad de espíritu”.