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Cinco datos básicos del Cáncer de Mama

By Stephanie Haase on 19 octubre, 201617 febrero, 2022

Todas las mujeres deberían saber sobre el cáncer de pecho/mama y qué hacer si este padecimiento se presenta en su vida.

¿Por qué?

Mientras más pronto se detecte el cáncer, más posibilidades hay de sobrevivir a él. Por eso es muy importante saber qué es lo que hay que buscar. Comprométete a revisar tus pechos cada mes.

¿Qué es el cáncer de pecho?
A lo largo de su vida, a una de cada ocho mujeres se le diagnosticará cáncer de pecho. A menudo, los primeros síntomas son alteraciones en sus senos y pezones, como bultos, durezas o secreciones anormales.

Al igual que ocurre en otros tipos de cáncer, éste se produce por un crecimiento incontrolado de las células del propio cuerpo, que generan un tejido anormal. El cáncer se puede extender a otras partes del cuerpo creando otro cáncer en ellas. Por eso es tan importante observar los cambios y acudir al médico/a lo antes posible. De esta manera el cáncer puede ser tratado mucho más fácilmente y las posibilidades de supervivencia son mucho mayores.
Lo normal es que el tratamiento para este tipo de cáncer comience con la cirugía. Esto puede consistir simplemente en extirpar el tumor (una tumorectomía) o los ganglios linfáticos, o dependiendo de los casos, la amputación del pecho en su totalidad (mastectomía). A continuación se trata con una medicación muy fuerte (quimioterapia), radioterapia y es posible que también se aplique terapia hormonal.

Por cierto, los hombres también pueden tener cáncer de pecho, por lo que ellos también deben preocuparse si observan alteraciones en la zona pectoral.
Reducir el riesgo y hacerse controles
No es fácil señalar cuál es la causa del cáncer de pecho. A veces, el cáncer puede ser genético. Algunas circunstancias pueden aumentar el riesgo de tener cáncer. Muchos de los factores de riesgo como el sexo, la raza o la edad son inalterables. Otros como el consumo de alcohol, la inactividad o la obesidad pueden corregirse. Y el hacerlo implica reducir el riesgo. El caminar un mínimo de 2,5 horas a la semana puede reducir el riesgo en un 18%.

Una aclaración sobre la píldora: sí, es cierto que puede incrementar ligeramente la probabilidad de tener cáncer de pecho. Sin embargo, lo bueno es que si dejas de tomar la píldora, el nivel de riesgo vuelve a la normalidad.

Debes explorar tus senos una vez al mes para ver si hay bultos. Ten en cuenta que puede haber diferencias en los distintos momentos de tu ciclo menstrual.

De pie o tumbada, recorre la totalidad de la mama con las puntas de los dedos en un movimiento circular. Busca bultos, aprieta los pezones para observar la secreción y mira a ver si hay cambios de color. Si notas cualquier alteración acude al médico lo antes posible. No te asustes, ocho de cada diez bultos son benignos.
Cáncer de pecho y vida sexual
Como todas las enfermedades serias, tendrá un impacto en tu vida sexual. El tener un cáncer de pecho hará que detengas en seco cualquier pensamiento sobre sexo. Una parte de la culpa la tiene el tratamiento. La quimioterapia causa intensa fatiga y náuseas. Los cambios hormonales pueden hacer que el sexo sea incómodo. La pérdida de cabello, las mastectomías y toda clase de efectos secundarios te harán sentirte muy poco atractiva o inconforme con tu aspecto físico. Y estos efectos pueden durar mucho tiempo incluso después de haber terminado el tratamiento.

Es muy importante que tu pareja siga diciéndote que eres deseable y atractiva ya que, a menudo, las mujeres se sienten distanciadas de su cuerpo. No obstante, es posible que tu pareja tenga miedo de herirte y espere a que tú des el primer paso. Por lo que, como siempre, la clave está en la comunicación. Hazle saber a tu pareja cuando estás preparada y para qué estás preparada exactamente. Comparte tus temores y pregúntale cuáles son los suyos. Y no hagas nada con lo que no te sientas cómoda solo porque creas que debes hacerlo.
Cáncer de pecho, embarazo y anticonceptivos
El que las mujeres que han tenido cáncer de pecho nunca más puedan quedarse embarazadas no es más que un mito. Sin embargo, lo mejor es que esperes un tiempo después de haber terminado el tratamiento. Tanto tú como tu cuerpo han pasado una etapa muy dura y necesitas un poco de tiempo para relajarte y recuperar la sintonía con tu cuerpo. Y nunca está de más pedir antes la opinión de tu médico/a, para comprobar que estás preparada.

Si todavía te estás tratando pero quieres tener relaciones sexuales, tienes que usar un método anticonceptivo. Debes olvidarte de los métodos hormonales y limitarte a los no hormonales como los condones. Una vez que hayas completado todos los tratamientos, lo mejor es que comentes con tu médico/a cuáles son las opciones anticonceptivas para ti.
He sobrevivido al cáncer, ¿y ahora qué?
A muchas de las mujeres que han sobrevivido al cáncer de pecho les aterroriza volverlo a desarrollar. Se pueden hacer algunas cosas para reducir el riesgo y volver a disfrutar de una vida normal.

Lo primero es que te ocupes de todas tus necesidades físicas y emocionales. Lo has pasado muy mal y tanto el cuerpo como la mente necesitan cuidados y mimos en abundancia. Y tienes que llevar una vida saludable: una dieta equilibrada, reducir el estrés (podrías intentar hacer yoga o meditación), limitar el consumo de alcohol y hacer ejercicio con regularidad. No te olvides de acudir al médico con frecuencia para hacerte una revisión y asegurarte de que permaneces sana.

Respecto al sentimiento de culpa: algunos supervivientes de cáncer se sienten culpables porque ellos lo han conseguido y otros no. Es normal. Intenta no reprimir estos sentimientos. Prueba a escribirlos o habla con algún ser querido o con un terapeuta. El que expreses esos sentimientos y los explores te ayudará finalmente a superarlos.