Carta abierta al Papa
Carta abierta al Papa Francisco, la de un creyente frustrado por la posición tan condenatoria de la Iglesia en muchos temas relacionados a la sexualidad.
Querido Chisco, espero que estés bien -¿me permitís que te vosee, verdad, siendo vos argentino y yo tico?-. Estoy seguro que recibirás muchas cartas estos primeros días, así que no te presiono.
Te escribo como creyente frustrado por la posición tan condenatoria de la Iglesia en muchos temas. Lee mi carta algún día que estés cansado de Twitter o te hayás aburrido de los documentos secretos de El Vaticano, no se va para ningún lado.
¿Dónde quedó el amaos los unos a los otros, que yo también entiendo como dejad que se amen los unos a los otros?
Esta carta la empiezo, te lo digo en confianza, con un poco de recelo. Digo, cuando el tipo aquel anunció que era un papa latinoamericano y todo el asunto, yo me emocioné un poco y dije: ¡pucha, al fin alguien que nos entiende! Pero luego empezaron a salir declaraciones tuyas contra los homosexuales y el aborto y hasta algo de Videla y me agarró un no sé qué en la garganta. Aún así, te escribo porque creo que la silla de Pedro puede darte nueva perspectiva.
El primer punto, mi estimado Francisco, es felicitarte y darte mi pésame. Es una labor gloriosa y horrible la que te espera, con tanto mal dentro de la Iglesia entre pederastas y corruptos. Pero tengo fe que lo harás bien.
Ahora vamos con mis peticiones y partamos por lo básico. Sí, ya sabés, sexo.
No me molesta que la Iglesia entienda el sexo como una manifestación superior del amor. Después de todo, muchas parejas en el mundo tienen relaciones porque ya no logran expresar lo que sienten de otra manera y terminan en la cama. Lo que me molesta es que se piense, por algún motivo, que solo estoy capacitado a sentir ese amor si me caso. Si estoy casado, algo da clic y ya puedo tener sexo. ¿Podés echarle un ojo a eso?
Y ya que estamos en el asunto, también hay muchísima gente que tiene sexo por otros motivos que no sean amor. No digo que el Vaticano promueva la poligamia o la infidelidad, pero podría entender que haya gente que tenga sexo más allá de motivos amorosos/reproductivos y eso no está mal.
¿Que el cuerpo es templo del Espíritu Santo? Bueno, de acuerdo, pero el sexo no lo profana. Le hace peor daño la hambruna, la insolación, los químicos, las aguas contaminadas, el colesterol y la Coca-Cola. El sexo, si algo, es sano.
Mucha gente dentro de la Iglesia piensa que los homosexuales están desviados de lo normal, que encauzan su amor hacia una dirección equivocada. Yo creo que cada quien es libre de elegir a qué o quién amar. Vos, padrecito, elegiste amar a Dios y la Iglesia y practicar la castidad, que esa castidad es también una manera de desviarse del camino “normal”. Qué feo hablar de normalidad, ¿verdad?
Vos, en Argentina, criticabas mucho el matrimonio gay. ¿Qué perdés con eso? ¿Destruirán la familia? Las principales amenazas que enfrentan ahora las familias del mundo es la falta de comunicación y los horarios laborales demasiado largos que no dejan tiempo para los chicos. ¿Y la institución del matrimonio? Pues, Chisco, el matrimonio pierde más con las uniones de 55 horas de Britney Spears que con el amor directo y sincero de dos tipos.
Además, pensá en los montones de niños que viven en hospicios, sin familia, y que podrían recibir el amor de dos mamás o dos papás. Solo pensalo, ¿dale?
Finalmente, algunos temitas. Pensá de verdad lo de involucrar más a las mujeres en la Iglesia, recordá que son ellas quienes sostienen a Latinoamérica (bien lo mostró García Márquez con Úrsula Iguarán). Dejanos usar el condón, que más que un vehículo para el libertinaje es una manera de protegernos de que se nos pegue algo raro. No sé si vos lo sabés o no, pero la falta de un condón difícilmente va a impedir que alguien tenga sexo.
Última petición: buscá un calabozo de esos legendarios, donde los papas poderosísimos del siglo diecitanto desaparecían a sus enemigos y encerrá ahí a todos los sacerdotes pederastas y quienes los encubren. El Diablo no viene en forma de homosexual o de aborto: viene en forma de cura que abusa de niños.
¿Firmarías esta carta o le cambiarías algo? Manda tus correcciones al foro de Hablemos de Sexo y Amor.
Recuerda que te compartimos diferentes puntos de vista, que no necesariamente representan nuestra postura, la decisión final la tomas tú.