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¿Cómo alegrar a una de las partes más sensibles del cuerpo?

By Nancy Martínez García on 10 noviembre, 201810 agosto, 2022

Si hablamos sobre masturbación, quizá lo primero que te viene a la mente es la que va dirigida al clítoris, pene o vagina. Pero, ¿Alguna vez se te ocurrió estimular el ano?

Fuente | Nancy Martínez, columnista sexperta, apasionada de la escritura y el chocolate. Maestrante en Consejería y Educación de la Sexualidad.

Quizás podrías denominarte como un doctor de la masturbación, el mandamás, el dueño del balón. Desde tiempos inmemoriales, comenzaste a explorar el ala sur y descubriste que al estimular el clítoris, la vagina, el pene o el perineo podías ver estrellas. Alguna vez decidiste compartir tu afición con alguna pareja, pero eso sí: jamás le perdiste el gusto.

Acompañad@ o en solitari@, de cualquier forma, podrías decir que la masturbación es tu pasatiempo preferido. Pero, ¿Alguna vez se te ocurrió estimular el ano?

¿Masturbación anal?

Hablamos con Claudia Contreras, especialista en Sexología, Educación de la sexualidad, Sensibilización y en Manejo de Grupos por el Instituto Mexicano de la Sexología AC (Imesex), quien nos dijo por qué mucha gente no se interesa en esta práctica:

Hemos heredado el miedo a tocar el ano. La aversión a esta práctica está ligada a ciertas creencias religiosas que dictan que se debe evitar puesto que no conlleva a la reproducción. Además, es una zona considerada sucia, oculta”

Claudia nos dijo que no es una actividad que se limita a los hombres: ‘de hecho, resulta muy placentero también para las mujeres, quienes suelen acompañarla con otras prácticas masturbatorias’.

El ano tiene muchas terminaciones nerviosas, por lo que esta zona se vuelve muy sensible al tacto.

Asimismo, es importante mencionar que tiene un tejido muy delgadito y no produce lubricación, por lo que si no se maneja adecuadamente, se puede desgarrar. Auch.

También es importante considerar que realiza contracciones con el objeto de cerrar la compuerta y evitar que salgan las heces. ¿Qué tiene que ver esto con la masturbación de esta área? Mucho. Si introduces un objeto cualquiera, el ano lo “absorberá” y en su recorrido podría llegar a tu intestino, con los debidos riesgos que esto implica.

¿Cómo comenzar con la masturbación anal?

Convérsalo con tu pareja
IMPORTANTE: una cosa es que tú lo quieras experimentar y otra que tu parejas o parejas quieran participar. Así que hay que hablarlo, no puede ser tema sorpresa. De esta manera podrás saber qué opina al respecto y acuerdos que pueden tener al momento de la práctica.
Lánzate a una sex shop
¿Para qué? adquirir unos condones para los dedos, un gel desensibilizador anal y un buen lubricante base silicón, pues el de base agua se absorbe. Ojo: no abuses con el desensibilizador anal, pues si se duerme mucho la zona, puede haber movimientos bruscos que después te hagan correr al hospital. No está de más decir que debes asear muy bien la zona…
Si decides usar un juguete anal
Asegúrate de que tenga un tope en uno de sus extremos. Eso sí, chicas: si lo utilizan en el ano, no se emocionen y lo dirijan, inmediatamente, a la vagina, pues le estarían dando transporte gratuito a las bacterias.
Mantente flojito y cooperando.
Ya sea que lo hagas solo o acompañado, lo ideal es que te relajes. Esto se puede lograr a través de un buen masaje y mucho, repito, MUCHO lubricante.
Quien recibe el masaje es quien dicta el ritmo.
Él o ella deben sentirse cómod@s con esto. Si ves que aprieta el ano, entonces retrocede un poco y pregúntale (o indícale a tu pareja) qué es lo que te gustaría que sucediera.
Comienza con caricias y besos.
Esto es una manera de relajar a tu pareja y que se libere la tensión. Pueden también preparar toda el área y acariciar el resto de los genitales para que haya una mayor excitación.
Realiza movimientos circulares en el exterior del ano
Posteriormente introduce un poco el dedo y frota una zona. Puedes optar por entrar y salir y, si tu pareja accede a ello, introducir dos o tres dedos más.
Próstata o Punto P, está cerquita
Al introducir el dedo por el ano, los hombres pueden encontrar a la próstata a una distancia menor a la de una falange (espacios en los que se dividen tus dedos), así que al hacerlo puedes realizar un movimiento como el que haces cuando le dices a alguien: ‘ven’ y nota qué efectos logra.

Jamás olviden que esta es una zona muy sensible y que a muchos les parece un poco extraño que alguien quiera acariciarlos ahí. Eso sí, si no les gusta: deténganse. Tampoco es mandatorio; se trata de que quien lo recibe, lo disfrute. Si esto no sucede, pierde el chiste. Pueden empezar poco a poco e ir subiendo de tono. Recuerden que la masturbación anal es una forma más de explorar el placer a través de tu cuerpo.